Ya no la espero, es inútil hacerlo. Pero esto no quiere decir que no piense en ella, no quiere decir que ayer no me haya llamado, y que no me haya dolido como siempre.
Pero ya no la espero, eso lo sé por fin. Empiezo a convivir con el hecho de que ese mensaje que suena en el móvil, probablemente sea de un colega para tomar unas cañas, no el mensaje en el que me dice que lo siente todo y si podré perdonarla.
Ahora si veo su nombre en la pantalla del móvil, sé que la llamada será para preguntarme cómo estoy, para charlar un rato, no para intentar arreglar lo que ya no tiene arreglo.
Me levanto por las mañanas, ella no está, y ya no pienso que quizás mañana volverá a estarlo. No, ahora sé que con toda probabilidad, ya nunca habrá una segunda parte.
Ayer era el día en el que no iba a salir, en el que cenaba con mi hermano, su novia, mi prima y su marido. Treintañeros apalancados con los que charlar un rato, tomar unas copas y a la una a la cama. Era un buen plan a menos de quince días de los exámenes para los que ni siquiera empecé a estudiar aún. Ponerse serio, responsable, y ala, el sábado a las 10 en pié chapando. Pero como casi siempre me pasa, hubo complicaciones :D
A las una y media o así, justo cuando ya nos íbamos para casa, me llamó un colega diciéndome que estaban en una taberna cercana jugándose copas con el dueño a los dados, y claro, ante tremendo plan, pasé “a tomar una”.
Acabé de copas hasta las ocho de la mañana, momento en el que me fui para casa comiéndome unas gominolas, ya que la noche no dio para algo mejor, aunque he de decir en mi defensa que se intentó, estuve hablando primero yo y un colega, Pelos, con unas veraneantes, que no estaban especialmente receptivas pero tampoco bordes ni parecían aburrirse con nosotros. Después de una hora de conversación o así, las tías desaparecieron del garito diciendo que iban al baño, para encontrárnoslas en el local de al lado al cabo de un rato, coño, ¡que mi pueblo es bastante pequeño chicas!, como se nota que eran de fuera, ¡esa clase de truco funcionará en vuestra ciudad, pero aquí nos vamos a ver diez veces más en la noche!
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sábado, 30 de agosto de 2014
viernes, 29 de agosto de 2014
Video xxx
Pero sería más que eso, sería mi leiv motiv, mi objetivo, la posibilidad de reinventarme, precisamente ahora, en el final de mi verano atormentado… Salga o no salga esto, ya me ha hecho despertar, me ha hecho darme cuenta de que hay ciertas cosas, que tampoco son tan extraordinarias, vamos, que están a mi alcance, y que me hacen ilusionarme como un niño. Eso es lo que necesitaba ver, parece una tontería, pero desde las nubes negras que tenía en torno a mi cabeza estos dos meses, de verdad que algo tan simple como eso, no se veía. Siempre hay algo ahí fuera que nos está esperando, por lo que vale la pena luchar. Quiero creer, me niego a no hacerlo, que también hay alguien ahí fuera, por la que vale la pena luchar, otra cosa muy distinta es encontrarla, en ese tema mis nubes negras aún no me dejan ver con Video xxx…
Y contestando a Keiko su comentario de hace un par de días, efectivamente, mi nick es por Joel Fleischman, el protagonista de Doctor en Alaska, mi serie de tv preferida, la única que puedo decir que realmente me dejó marcado, años después de que hayan dejado de emitirla ni tan siquiera en el satélite, me sigue gustando como el primer día, o quizás más, ahora que me voy dando cuenta de que probablemente nunca una serie me llegue a afectar así. Y por supuesto que me siguen gustando muchas series, y por ejemplo ahora estoy como muchos de vosotros supongo, absolutamente enganchado a Perdidos y Mujeres desesperadas, pero bueno, de esas ya fuente en otro post, jejeje.
Doctor en Alaska me gustaba no sólo por sus historias, no sólo porque me cayesen bien los personajes o porque me entretuviese durante una hora, que no es poco. Me hacía desear que mi vida fuese así, me refiero a con esa visión de las cosas, con esa forma de enfrentarse al mundo. Es algo que me ha pasado muy pocas veces con el cine, la literatura o la tv, pero cuando cancelaron la serie, realmente me di cuenta de que iba a echar de menos a los personajes, en una forma muy similar a como se echa de menos a un amigo. Sé que suena exagerado o a que tengo un ligero problema de desarrollo emocional si me ocurre eso con unos personajes de ficción, pero esa es la realidad, en cualquier caso. Echo de menos a Chris, a Fleischman, a O’Connell… mataría por saber cómo siguieron sus vidas, por saber cómo les va ahora mismo…
Me encantaba la relación Fleischman - O'Connell, me parecía y me sigue pareciendo la historia de amor - odio más apasionante de la televisión, cada capítulo era un nuevo asalto...
Bueno, y digamos que durante bastante tiempo O’Connell representó para mi algo así como mi modelo de personalidad femenina ideal, jejeje, independiente, chulita, con mala uva, pero buena persona y muy fiel a sus principios… Mi gran amor platónico del instituto, platónico porque nunca me atreví a intentar nada, era así, ese tipo de tía que va a comerse el mundo a bocados… Pero es una historia que creo se merece un post para ella sola…
Hay algo que me hace sentir un poco mejor y me permite pensar que quizás mi salud mental no está tan deteriorada después de todo… La cantidad de gente que tiene los mismos síntomas que yo. :D No hay más que pasar por las páginas web de fans, por los canales de irc dedicados a la serie o la cantidad de veces que en un botellón me he encontrado con personas absolutamente marcadas por la serie como yo. Dios, si hasta el otro día, en un casting para salir en cierto programa de la tele, el entrevistador me preguntó por mi serie televisiva preferida, le dije que Doctor en Alaska y el hombre se emocionó y me empezó a comentar que si sabía que el pueblo en realidad se llama Roslyn y que está en el Estado de Washington, y que mucha gente va a visitarlo en plan peregrinación. A lo que no tuve más remedio que responder que sí, que ya lo sabía y que a mí también me gustaría ir algún día, jejeje.
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